Nadie pone en duda que el turismo en
este país, líder mundial en el sector, ha sufrido un gran desgaste. Las cifras hablan,
en el ámbito nacional, de una bajada de hasta el 80 por ciento en número de visitantes
procedentes del extranjero y unas enormes pérdidas en dinero y lo que es peor,
en puestos de trabajo, que dan sostenimiento a tantas y tantas familias.
Para entendernos, de cada 100 euros
que se mueve en la economía española, unos 13 los aporta el turismo.
Y qué ocurre ahora en estos malos
tiempos que hemos pasado. Un año verdaderamente negro, pero hay que mirar con
optimismo los nuevos tiempos que vienen. Ya se sabe que la ciudadanía española
y extranjera e va vacunando y que creemos que de cara al verano las fronteras
se volverán a abrir.
Pero qué ocurre en nuestra tierra
extremeña en estos difíciles momentos cuando las autoridades sanitarias han
cerrado las fronteras con otras comunidades autónomas, y no puedan desplazarse
a nuestra región los visitantes de otros territorios, ni tan siquiera esos que algunos llaman turistas paisanos que asentados
en otras zonas de España se acercaban en vacaciones de Semana Santa o de verano
a nuestros pueblos y les daban alegría a sus calles, a sus comercios , a sus
bares y restaurantes.
Veamos algunas sugerencias para
estos días.
Se dice que el turista en estos
momentos se inclina por hacer viajes individuales, en pareja o en familia hacia
destinos de naturaleza, rural o patrimonial alejados de las grandes
concentraciones urbanas. Las casas rurales de la Comunidad de Madrid están ya a
rebosar para estos días vacacionales, igualmente ocurre, según los datos de una
empresa dedicada al alquiler de hoteles rurales, en otras zonas de España y
destaca, concretamente a las del País Vasco y a las de Extremadura, con
especial predilección por las de Cáceres.
Ya se sabe que el gran público de
Madrid no puede ir a nuestra tierra, pero si sugiero que hagamos turismo en
conocer esas bellezas desconocidas de nuestros pueblos y ciudades, de recorrer
lugares a los que nunca hemos ido. ¡Y mira que es grande Extremadura, desde
Baños de Montemayor a Monesterio y desde Guadalupe hasta Olivenza! Descubramos
los extremeños con cariño a Extremadura, pues hay muy buenos profesionales del
turismo que nos esperan con los brazos abiertos. ¡Ánimo!
Y el que quiera escucharlo: aquí está:
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