martes, 20 de febrero de 2024

Viaje por la Sierra de San Pedro y los Baldíos

 



             En esta ocasión vamos a viajar por una comarca extremeña que abarca las dos provincias y es rayana con Portugal. Se trata de la Sierra de San Pedro y los Baldíos, cuyos núcleos principales son Valencia de Alcántara y Alburquerque, una comarca donde se da la mayor producción mundial de corcho.

 

            Para los amantes de la naturaleza, en esta comarca hay tres grandes ZEPAS o zonas especiales de protección de las aves: La Sierra de San Pedro, la parte más occidental de los Montes de Toledo, con el Torrico de San Pedro, de 708 metros de altitud, y donde se refugian las últimas manadas de lobos extremeños. El parque nacional Tajo Internacional, declarado en 2016 como Reserva de la Biosfera Transfronteriza por la UNESCO (el pueblo de Cedillo cuenta con un centro de interpretación de este parque), con 300 especies faunísticas y 900 de especies vegetales. Y la tercera ZEPA está en la localidad de San Vicente de Alcántara, con una excelente colonia de cernícalos primilla.

 

            En el campo de los atractivos turísticos culturales hay que mencionar los interesantes monumentos megalíticos de Valencia de Alcántara, los más importantes de Europa, sin olvidarse de su singular barrio judío, Aquí se celebra la Boda Regia, entre la infanta Isabel, hija de los Reyes Católicos y el rey luso don Manuel “el Afortunado”, o la cercana Alburquerque con su precioso conjunto medieval, considerado Bien de Interés Cultural, y su castillo de Luna. Ambas fiestas, que se celebran en agosto, son de Interés Turístico.

 

            La gastronomía de la zona destaca por los productos del cerdo ibérico, en sus típicas matanzas de esta época del año, de tanta fama como los jamones Dehesa de Solana, en Herrera de Alcántara, declarados con la Denominación de Origen “Dehesa de Extremadura, sin olvidarse de la sopa con peces de los ríos cercanos Tajo, Salor y Sever, y el bacalao, de tanta influencia portuguesa, como sus ricos dulces. Y todo ello regado con los buenos vinos de esta zona premiados internacionalmente procedentes de “Encina Blanca”, una bodega con restaurante que gestiona el compañero académico José Rivero 

Francisco Rivero

Académico de la Academia Extremeña de Gastronomía

Doctor en Turismo

Cronista Oficial de Las Brozas e Hinojal



 






Para ver la revista completa de ATRIL picar este enlace: https://aexgastronomia.es/desde-el-atril/

 

miércoles, 3 de enero de 2024

Un viaje turístico a Rincón de la Victoria.

 



 

            Esta ciudad, de más de 50.000 habitantes, situada al este de Málaga, tiene suficientes atractivos turísticos. Destaca por encima de todo la Cueva del Tesoro, una cueva marina de origen geológico de las que hay pocas que hay en el mundo. Una en China y otra en México.

 

            Esta zona de la costa malagueña, llamada el acantilado del Cantal, en la Cala del Moral, es de piedra calcárea y hace miles de años estaba invadida por el mar y con el agua del mar y la que procedía de la tierra se formaron numerosas cuevas. Desde esta zona de El Cantal se aprecian preciosas vistas del Mediterráneo.

 


            Esta cueva tiene más de 70.000 turistas al año y es que sus salas son preciosas. Allí cuenta la historia que en el año 86 antes de Cristo vivió oculto de sus enemigos el romano Marco Craso, huyendo de la persecución de Mario y Cinna y que fue documentado por Plutarco. Aquí murió también Antonio de la Nari que al bombardear con dinamita la cueva por buscar el tesoro que se consideraba que allí había. Y hay otra sala dedicada a la diosa fenicia Noctiluca, la diosa mediterránea, pues el arqueólogo Manuel Laza consideraba que allí estaba su santuario. La sala más bonita es la de los lagos, donde podemos encontrar formaciones como las estalactitas excéntricas formadas por las filtraciones de agua dulce que conforman tres lagos iluminados.

 

            Termino de ver la Cueva del Tesoro, que por cierto es verdad que había uno que escondió el emperador almorávide Tasufin Ibn Alí, allá por el siglo XII, y salgo a la calle para coger el tren turístico y recorrer lo más interesante del pueblo de Rincón de la Victoria. Tiene ocho paradas: Cueva del Tesoro, Iglesia de la Cala del Moral, El Cantal, la oficina de turismo, Lo Cea, la villa romana, la casa fuerte de Bezmiliana y la plaza de Al Andalus, donde está el Ayuntamiento para regresar a la Cueva.

 




            De todas las paradas del tren me gustaron la fachada del fuerte de Bezmiliana y la de la villa romana de Antiopa, una de las villas romanas mejor conservadas de toda Andalucía. Pena que no pudiera pararme en ellas, pero prometo que un día me dedicaré a visitarlas.

 




            Y tras la vuelta del tren era el momento adecuado para visitar el Parque Arqueológico del Mediterráneo, conformado por vegetación propia y desde donde se aprecia hacia el poniente la enorme bahía de Málaga y en primer término la playa de la Cala del Moral. Deliciosa vista que disfruté totalmente a solas. www.turismoenrincon.es

 




            Y como ya había hambre, cerca de las 15.00 horas, el amante de la buena gastronomía se acercó hasta el restaurante La Caliza, que tiene una preciosa terraza desde donde se ve el mar. Fue un día delicioso y soleado, en el que probó un gazpachuelo con piña y una rica dorada a la espalda, acompañado de un vino verdejo. Una jornada turística digna de repetir… en otro lugar de esta preciosa provincia malagueña.