Artículo publicado en la revista "Atril", la publicación digital de la Academia Extremeña de Gastronomía, que edita Alfonso Ramos, de "Symbolium".
Francisco Rivero
Doctor en Turismo
Académico de la AexG
La
cocina peruana pasa por ser hoy la mejor del mundo. Nombres como los
restaurantes Maido, considerado el mejor de la tierra, que promueve una mixtura
entre la cocina peruana y la de Japón, comandado por el chef Mitsuharu Tsumara,
más conocido como Micha. El menú al día de hoy una experiencia Maido con
maridaje tokujou supone 2.525 soles, y a cambio son 636 euros. Claro que hay
que pedir la reserva con muchísima antelación.
Otros
restaurantes de renombre son Central, de Virgilio Martín que conecta la
gastronomía con otros aspectos como las ciencias y las artes den sus centros
del barrio limeño de Barranco o en la zona arqueológica de Moray, en la región
de Cuzco, donde los incas experimentaron con diversos productos agrícolas en un
sitio que hoy es uno de los atractivos turísticos arqueológicos más importantes
de Perú y así se estudian y difunden los sabores de siempre de esta nación
hermana.
O el restaurante de
Gastón Acurio, famoso cocinero peruano, al que tuve el gusto de conocer en una
mesa redonda que dirigí en el monasterio extremeño de Guadalupe, sobre los
alimentos que España llevó a América y los productos que trajimos acá, entre
ellos la famosa papa, de las que hay más de 3.000 variedades en Perú. De hecho,
al día siguiente de llegar ya probé una variedad de papa andina, con toques
rojos, como si fuera sangre, en el desayuno que hice en el hotel La Faraona, en
pleno barrio de Miraflores, en la capital.
La cocina peruana
es una de las mejores del mundo, por su manera de ofrecer los productos del
país, como el ceviche o la causa limeña, sin olvidarse las influencias propias
del lugar con la cocina preincaica y la llegada de otras lejanas procedentes de
Europa y Japón. Ello ha hecho que sea reconocida internacionalmente y reciba
numerosos premios mundiales.
Nada más llegar al
hotel San Agustín Plaza, situado enfrente de la Koricancha, el mayor templo del
Sol indígena en la capital del imperio inca, algo así como nuestro Vaticano en
Roma, me fui derecho a la cama para reposar, ya que estaba a 3.400 metros de
altitud y para evitar mareos y mala presencia en Cuzco, tomé una sopita de
verduras que me llevaron a la habitación, una sopa típica del lugar para
oxigenar el cuerpo, sin olvidarse de una infusión de coca, algo buenísimo para
el mal de altura.
En los
restaurantes locales de la ciudad antigua de Cuzco pude ver y probar diversos
platos típicos cuzqueños, tales como adobo cuzqueño que es carne de cerdo
adobado y macerado, y como bebida chicha de jora a base de maíz malteado (una
cerveza de maíz), rocoto picante y típico pan de Oropesa, en Cuzco, aunque le deba su nombre al pueblo toledano,
de donde era el virrey español; ceviche de pollo, sopa chairo, a base de trigo,
maíz, papas peruanas, alas de pollo y otros productos típicos de la zona muy
difundida además por Arequipa y Puno y hasta un pescado de interior, el pez
tilapia. Todo ello sin olvidarse de otros platos típicos como el chicharrón
mundialito, a base de presas de cerdo, papas, choclo (una variedad de maíz
peruano), tajada de queso, y tamal cusqueño.
Cada año se
celebra en el país la feria "Perú Mucho Gusto", a donde acuden agricultores, cocineros,
panaderos, restaurantes, profesores de institutos culinarios, por lo que prestan
muchísima atención a la gastronomía y mezclan sus productos con otros llegados
de fuera. Es la feria gastronómica más importante de Hispanoamérica. Toda esta
labor por los productos y su elaboración han hecho de Perú que sea considerado
el Mejor Destino Gastronómico del Mundo, según se ha reflejado en diversas ocasiones.
Para ver la revista "Atril" completa, picar este enlace: https://aexgastronomia.es/desde-el-atril/





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