Así se titula un precioso libro de viajes que el Premio
Nobel de Literatura español Camilo José Cela, al que tuve el gusto de conocer y
entrevistar en varias ocasiones en el despacho de su casa en el barrio de la Bonanova
en Palma de Mallorca, publicó en 1948. Ahora el viajero ha tenido la
oportunidad de acudir a una parte de esa comarca de la provincia de
Guadalajara, situada a pocos kilómetros al este de Madrid, concretamente a los
pueblos de Brihuega, Alocén y Cifuentes, en la comarca de FADETA (Federación de
Asociaciones para el Desarrollo Territorial del Tajo- Tajuña) que promueven el
Gobierno de España y el Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural de la Unión
Europea.
Esta
zona está situada junto al río Tajo, el más largo de España, de más de 1.000
kilómetros que recorre la Península Ibérica por la mitad y desemboca en el
Océano Atlántico por Lisboa. La comarca de FADETA, está situada entre estos dos
que se halla en plena España vacía, y que cuenta con un proyecto al que llaman
“Con las puertas abiertas”.
Este ambicioso proyecto sugiere poner en valor el
territorio, combatir la despoblación y afianzar el futuro de los pueblos de la
Alcarria del Tajo – Tajuña y ofrecer actividades y situaciones reales que
animen a dar el paso definitivo a quienes se están planteando mudarse a un
pueblo para vivir o emprender una actividad empresarial y crear riqueza en
ellos.
En Brihuega, el alcalde de la localidad, Luis Viejo me
informó que en su extenso término municipal de unos 300 kilómetros cuadrados,
lo habitan unos 2.500 habitantes,
distribuidos en 16 entidades de población, por lo que busca realizar
inversiones que creen puestos de trabajo, como es el caso de la construcción de
un hotel de cinco estrellas con balneario en lo que fuera la Fábrica de Paño,
instalado en un histórico edificio y en la que se restaurará de manera que se
conserve lo mejor del mismo. La inversión a realizar es de unos 15 millones de
euros, que dará empleo a varios trabajadores de la población y de la comarca.
Asimismo, está restaurando la sinagoga, el templo que visitaban los judíos que
habitaban la comarca en el siglo XV.
En el pueblo y en los alrededores hay muchísimas
plantaciones de lavanda, esa planta que se usa, especialmente para producir
ricos y olorosos perfumes. Para ello tuve el gusto de visitar la destilería
“Intercova Aromáticas”, que es capaz de sacar el perfume de esas plantas que
llenan, en el mes de julio, los campos de Brihuega de un precioso color violeta
y que atraen a numerosos visitantes para poder conocer en pleno campo estas
plantas aromáticas ecológicas que producen aceites esenciales para las mejores
marcas de perfumes de todo el mundo.
El viajero se desplazó por la Alcarria hasta llegar a un
singular mirador del pueblo de Alocén, desde donde se apreciaba, el lago artificial
de Entrepeñas, un poco más allá la central nuclear de Trillo y dos montañas que
llevan el nombre de Tetas de Viana. Allí mismo un cortador de jamón de cerdo
ibérico nos ofreció, en peno campo, un singular corte de jamón, una de las
joyas de la gastronomía española.
El viaje concluyo en Cifuentes, un pueblo cercano a la
autovía de Madrid a Barcelona- que ha abierto un espacio de coworking para los
jóvenes emprendedores y cuida muy mucho la cocina con trufa de la tierra, ya
que allí se ha instalado la prestigiosa empresa Trufa Zero, que ofrece diversos
productos con esta joya de los suelos de la comarca, como es la trufa entre los
que destaca una crema de queso de oveja a la trufa… ¡Para chuparse los dedos!
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